Con cierta protuberancia son ya sensibles los reparos y las actitudes
escépticas por parte de varias facultades, a las políticas y actividades que desde hace ya algún tiempo viene desarrollando la ACFA. Preciso en esta circunstancia será recordar que la Asociación Colombiana de Facultades de Arquitectura sólo adquiere sentido en la medida en que ellas tomen conciencia de que es éste el único canal por medio del cual, es posible neutralizar un aislamiento que se torna en el mayor peligro para cualquier programa académico que pretenda ser
dinámico y consecuente con su realidad.
También, y aún más importante, mientras la Asociación como tal, posea la suficiente efectividad en su estrategia académica que le permita enfrentar con políticas singulares, las patologias curriculares y docentes que le son comunes y específicas a todas nuestras facultades.